El aluminio es el segundo metal más grande del planeta y, debido a sus excelentes propiedades, es uno de los metales más utilizados en la actualidad. Por tanto, es útil comprender las condiciones que acortan la vida de estos metales.

La corrosión de cualquier metal afectará en gran medida su resistencia funcional y, en casos extremos, provocará daños estructurales, como grietas, fracturas parciales y fallas totales del material.

¿Qué es la corrosión del aluminio? La corrosión del aluminio se refiere a la descomposición gradual de las moléculas de aluminio en óxidos, reduciendo así sus propiedades físicas y químicas. En esencia, el aluminio es un metal activo, pero también es un metal pasivo.

Tipos de corrosión del aluminio.
Corrosión atmosférica
La forma más común de corrosión del aluminio. La exposición del aluminio a elementos naturales puede provocar corrosión atmosférica. Dado que puede ocurrir en la mayoría de los lugares, la corrosión atmosférica constituye la mayor parte del daño total al aluminio causado por todos los tipos de corrosión en el mundo.

Corrosión eléctrica
La corrosión galvánica, también conocida como corrosión de metales diferentes, afecta al aluminio físicamente o a través de electrolitos conectados a metales preciosos. El metal noble puede ser cualquier metal con menor reactividad que el aluminio.

picaduras
La corrosión por picaduras es el fenómeno de corrosión superficial del metal de aluminio, que se caracteriza por pequeños agujeros (hoyos) en la superficie. Generalmente, estos hoyuelos no afectan la resistencia del producto. Más bien se trata de una cuestión estética, pero si el aspecto de la superficie es crítico, puede provocar fallos.

Corrosión por grietas
La corrosión por grietas es una forma de proceso de corrosión localizada en los materiales. Los materiales superpuestos o los errores de diseño accidentales pueden provocar la formación de huecos. Como resultado, la acumulación de agua de mar en estas bolsas puede provocar corrosión en las grietas.

Corrosión por exfoliación
La corrosión por exfoliación es un tipo especial de corrosión intergranular en aleaciones de aluminio, con una estructura direccional obvia. Esto es particularmente obvio en productos de aluminio que han sido laminados en caliente o en frío.